martes, 26 de diciembre de 2017

EL SÉPTIMO SENTIDO

Cuando nos preguntan por el aroma de una fragancia o por el sabor de un plato, no necesitamos recurrir a ningún dispositivo electrónico para que nos diga a qué huele o a qué sabe. Los humanos nacemos con órganos que perciben estos estímulos.
Neil Harbisson quiere hacer realidad el sentido del tiempo, fabricándolo artificialmente e implantándoselo. “Va a ser un órgano orbital, situado dentro del cráneo”, ha explicado en el podcast de Hoja de Router este artista británico que se siente catalán, el único que puede presumir de ser un cíborg oficialmente.

El nuevo dispositivo todavía está en camino, pero hace tiempo que Harbisson lleva una antena y varios chips incorporados en su cabeza. Es el sistema que tiene como nombre ‘eyeborg’. “Me permite percibir no solos los colores visibles, sino también los invisibles, como los infrarrojos y los ultravioletas”, especifica. Harbisson nació con acromatopsia, una disfunción congénita que afecta a la vista y que no le permite distinguir visualmente cualquier tono distinto del blanco y el negro.
El invento que forma parte de su cuerpo como un órgano más consta, esencialmente, de un sensor que capta las frecuencias de cada tonalidad y un microprocesador que las transforma en sonidos que recibe en el cerebro como vibraciones. Una de las principales desventajas, al menos de momento, es que el cíborg tiene que conectarse a una fuente externa para cargar su particular ojo biónico. Para remediarlo, hace tiempo que trabaja en el diseño de un sistema que utilice su flujo sanguíneo para convertir la energía del movimiento en eléctrica.


El artista británico deja claro que nunca se propuso cambiar su manera de ver del mundo, sino que Su única intención era “crear un sentido completamente nuevo para el color”.

Ahora, Harbisson quiere hacer lo mismo con el tiempo. En este caso, se trata de un dispositivo circular, como una especie de corona cibernética fabricada con materiales biocompatibles, que llevará bajo la piel del cráneo. La temperatura irá cambiando de un extremo a otro de esta circunferencia a lo largo del día. El calor hará de aguja en su reloj mental: “Un punto de calor tardará 24 horas en dar una vuelta completa, por tanto, sabré qué hora es notándolo en mi cabeza”, indica el cíborg.
A continuación, os dejo este vídeo:

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